“Gótico americano”, la obra del pintor de Iowa, Grant Wood (1891-1942) se estima que es la pintura mejor conocida por los estadounidense y un auténtico icono del llamado regionalismo norteamericano.
Pintura criticada, alabada y caricaturizada desde su creación, fue gestada en 1930 a la vuelta de Wood de uno de sus viajes a Munich donde pasó temporadas en su primera época como pintor ya que, ciertos trabajos, consistieron en el diseño de murales y vidrieras para grandes ventanales que eran fabricados en dicha ciudad. En Alemania se debió impregnar Wood del movimiento pictórico de entreguerras existente en aquellos momentos formado por el grupo de Otto Dix, Max Becman, Christian Schad y George Gros (La Nueva Objetividad), así como de la arquitectura de las catedrales y de las pinturas góticas y renacentistas que pudo contemplar en los museos. Según el propio Wood, Alemania le había influido poderosamente para la creación de este cuadro.
Al parecer, Wood descubrió, en uno de sus paseos, el edificio de madera que figura en el cuadro en un lugar cerca de Eldon, Iowa, sorprendiéndole vivamente y tomando unos apuntes de él. Una vez en su estudio, pensó en colocar dos personas, dos americanos, hombre y mujer, con aire de granjeros. La labor de encontrar quién quisiera posar para aquél cuadro fue complicada ya que nadie se quería prestar por lo que al final fueron la propia hermana menor de Wood, Nan y su dentista, el señor McKeeby, los que se animaron a quedar retratados con la promesa de que no serían reconocidos, promesa que Wood no cumplió.
Al dentista le vistió como a un auténtico granjero de la zona y armado con una horquilla de largas púas y a Nan, le colocó el mismo medallón o camafeo que lucía su madre en un retrato anterior titulado, “Woman with plants”.
Ambos aparecen en un primer plano, muy estilizados y con la imagen de la granja a sus espaldas de la que destaca su ventana ojival. La expresión de ambos es seria y no se puede evitar mirarles a los ojos, los de ella clavados en algún punto indeterminado y los de él mirando sin ver al espectador.
El cuadro, una vez pintado, sufrió todas las críticas imaginables y se le reprochó a Wood que hubiera intentado ridiculizar a la gente del campo a lo que Wood adujo que él solo había querido representar la auténtica imagen del americano, de lo que él veía a su alrededor.
De este cuadro se han realizado cientos de versiones de todo tipo e intención. La pareja ha sido versionada como una pareja de pijos, terroristas, drogatas, atletas o como los Reagan, los Nixon o los Clinton.
Wood consiguió vender este cuadro en 300 doláres al The Art Institute de Chicago donde se puede contemplar. Hoy en día, Grant Wood es un pintor bastante más cotizado que cuando vendió este cuadro. Sotheby’s subastó hace algún tiempo uno de sus paisajes en la nada desdeñable cifra de siete millones de dólares.
Muy interesante, el presley.
ResponderEliminarSaludos agradecidos
Gracias a tí por tus visitas.
ResponderEliminarUn saludo.
Presley, mi comentario desmerece tu atenta descripción, pero ¡no es posible pintar al propio dentista sin algo de odio! En fin, un dato relevante para quienes hemos sufrido po los dientes. (Al mismo tiempo me han salvado de unas: ya no sé ni qué pensar).
ResponderEliminarSaludos.
En verdad se ve un par de campesinos americanos, pero con un halo de misterio, en la mujer noto tristeza y en el hasta un poco de odio..
ResponderEliminarTengo un cuadro de j.c wood
ResponderEliminargente trabajadora del campo, curtida por el sol y las faenas domesticas, que se levantaban al salir el sol y se acostaban al ocultarse, a mi me parece una excelente pintura de los campesinos de esa época.
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