Hofhuizen, aunque nacido en Amsterdam, estaba enamorado del Mediterráneo y de ello son prueba los numerosos viajes que realizó por Egipto, Italia, España, Portugal y Francia, país este último donde permaneció cerca de un año en la ciudad de París.
Ese mundo tan mediterráneo de las terrazas es el que plasmó en una serie titulada “Caféterras” (Cafes terraza) en donde refleja ese mundo cálido y cosmopolita de los cafés con sus mesas al aire libre abarrotadas de clientes que observan y buscan ser observados y que aprovechan esos primeros rayos de sol que anuncian la llegada del buen tiempo para alegrar el alma y el cuerpo.
En las mesas de los cafés pintados por Hofhuizen siempre hay vistosas mujeres de poderosos muslos que quedan a la vista del espectador convertido en voyeur a la fuerza. También aparece en casi todos estos cuadros un camarero elegantemente vestido, con su corbata o pajarita negra y también a menudo un hombre con barba sentado en alguna de estas mesas y que Hofhuizen identifica con él mismo.
Willen Hofhuizen vivió gran parte de su vida en Maastricht, lugar en el que murió en 1986 y en el que era muy apreciado. Muchos vecinos le recuerdan sentado en alguna de aquellas terrazas de esta bella localidad tomando una buena cerveza o pintando una de esas escenas como la que hoy vemos repleta de colorido y sensualidad.
Más cuadros de la serie “Caféterras” en esta página.
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