jueves, 14 de abril de 2011

Retrato de Fernando Pessoa - Almada Negreiros


José Sobral de Almada Negreiros (1893-1970) fue un pintor, escritor, dramaturgo, poeta y novelista portugués y una figura primordial en el nacimiento de las vanguardias portuguesas de principios del siglo XX.

Una de las pocas imágenes pictóricas que se conocen de Fernando Pessoa es esta que hoy vemos y que Almada Negreiros pintó casi veinte años después de muerto el poeta y escritor portugués.

Gran amigo de Pessoa al que conocería con motivo de una exposición de caricaturas en Lisboa en 1913 le retrata de memoria en este cuadro con un estilo neocubista y con los elementos emblemáticos de Pessoa, es decir, su estilográfica, un cigarrillo y una taza de café. El libro con el número 2 corresponde al segundo ejemplar de la revista "Orpheu" una revista fundada por Almada, el propio Pessoa y una serie de intelectuales entre los que se encontraba el brasileño Eduardo de Guimaraens y Mário de Sá-Carneiro y de la que solo se llegarían a editar dos ejemplares.

Este cuadro, según relata Manuel García Castellón, figuró durante años en "Irmaos Unidos" un restaurante-café que fue durante años una versión lisboeta del madrileño "Café de Pombo". Cuando dicho establecimiento cerró en 1969 el cuadro salió a subasta vendiéndose por un precio superior al que nadie habría esperado para aquellos años.

Ya que hablamos del "Cafe de Pombo", hay que comentar que Almada pasó largas temporadas en España asistiendo a veces a las tertulias de dicho Café ya que llegó a convertirse en un buen amigo de Ramón Gomez de la Serna a raiz de un homenaje que Almada le promoviera en Lisboa en 1925.

En este cuadro póstumo, Fernando Pessoa, elegantemente vestido e iluminado por esa claridad que penetra por la izquierda del cuadro, parece estar escribiendo ese poema suyo:

"Es tal vez el último día de mi vida.

He saludado al sol levantando la mano derecha,

mas no lo he saludado diciendo adiós.

Hice la seña de que me gustaba verlo antes: nada más."

2 comentarios:

  1. Si ya es difícil realizar un retrato que refleje fielmente la personalidad del retratado imagino la dificultad añadida a la hora de retratar a un personaje cuya obra se expresaba a través de diversas "personalidades".

    "Empiezo a conocerme. No existo. Soy el intervalo entre lo que deseo ser y los demás me hicieron... " (Pessoa)

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Sí, tienes razón. Creo que los grandes retratistas son los que consiguen trasmitir el carácter o la personalidad del retratado y no simplemente sus facciones.

    En este caso pienso que Almada hace simplemente un dibujo al que incorporar unos símbolos que pudieran haber acompañado a Pessoa en su trabajo. Creo que es más bien una caricatura en el buen sentido de la expresión, una especie de recuerdo o tributo al escritor, no un retrato en el que intente plasmar su complicada personalidad.

    Gracias por tu visita. Un saludo.

    ResponderEliminar