William Holman Hunt, uno de los fundadores del grupo del realismo ingles conocido como “La Hermandad Prerrafaelista” pintó numerosos cuadros en los que el tema tratado lleva su carga moralizante incidiendo en el tema del pecado y las relaciones entre el hombre y la mujer como es el caso de este cuadro titulado “El despertar de la conciencia”, un cuadro pintado en 1853 y lleno de simbolismos a través de los cuales intenta advertir de los peligros a los que se expone la mujer que cede al libertinaje moral y su destino trás la caída.
En el lienzo, Hunt representa a una pareja formada por un adinerado joven que se encuentra recostado sobre un asiento situado delante de un piano mientras su joven amante, sentada sobre él, hace ademán de levantarse o escapar mientras mira hacia la ventana por la que penetra la claridad del jardín que se refleja en el espejo situado en la habitación. El joven se deduce que ha venido a visitarla hace un rato a la lujosa casa que él le ha puesto pues su sombrero de chistera descansa sobre la mesa situada en la estancia.
La habitación presenta un gran desorden y así podemos observar un sucio guante de mujer tirado sobre la alfombra, guante que simbolizaría el destino que le espera a la joven si continúa con su amante. También se pueden observar unas hebras de lana de la deshilachada tapicería que indicarían su estado actual y su iniciado camino hacia la perdición.
Debajo de la mesa un desagradable gato negruzco juguetea con un pajarillo que intenta salvarse de los ataques del felino, símbolo este usado para indicar la prostitución que amenaza a la joven cuando el día de mañana el rico y libertino amante la abandone y tenga que buscarse su medio de supervivencia.
También se puede observar como la mujer lleva varios anillos en su mano izquierda a excepción del dedo en que debería llevar su anillo de casada demostrando ser solo eso, una mantenida expuesta a un futuro incierto.
Tanto la partitura caída en el suelo como la que descansa sobre el piano son alegóricas a la inocencia de la infancia y del pasado y al mundo que la amenaza. Es seguramente la letra de la canción de esa última partitura la que se quiere interpretar que ha despertado la conciencia de la joven después de que su amante la haya tocado al piano y tarareado unos momentos antes y por lo que ella trata de incorporarse mientras mira hacia la ventana por la que penetra la luz que representa a Jesucristo - la Luz del Mundo - y a su propia salvación. “La Luz del Mundo” es otro de los cuadros de Hunt que se exhibía junto a este sirviéndole de complemento.
Se cuenta que el primer comprador del cuadro le pidió a Hunt que le cambiase la expresión a la joven que en un principio era de tristeza y Hunt repintó el cuadro años después y poco antes de fallecer.
La joven modelo es Annie Miller, una modelo que llegó a ser su novia y que también fue modelo de Rossetti y de Millais, sus otros compañeros prerrafaelitas y de los que se cuenta que Hunt tuvo celos obligándoles a pintar solo determinados temas y en determinadas épocas. También se comenta que dichos celos eran ficticios pues al parecer Hunt era homosexual aunque también se comentó que Annie había sido la amante de Hunt. El caso es que Annie Miller rompió sus relaciones con él y se casó con un tal Thomas Thomson con el que tendría varios hijos. Murió en 1925 a los noventa años de edad.
Este cuadro pertenece a la Tate Collection, Londres.
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