miércoles, 2 de febrero de 2011

Au Moulin de la Galette - Ramón Casas



El Moulin de la Galette es un antiguo molino de viento situado en el corazón de Montmartre que, en un principio, se usaba para moler el trigo y que tomó su nombre de la pequeña galleta de maíz de centeno (galette) que se ofrecía junto con un vaso de leche a los excusionistas o paseantes que visitaban la colina de Montmartre.

Hacia 1830 el antiguo molino fue transformado en un cabaret con una sala de baile y unos jardines convirtiéndose en un lugar de reunión de todos los artistas, pintores, poetas y músicos que habitaban en sus proximidades.

El Moulin fue retratado por muchos pintores tales como Renoir, Van Gogh, Lautrec, Picasso, Rusiñol y Ramón Casas.

En este cuadro, pintado en 1892, Ramón Casas retrató en el interior del Moulin de la Galette a una mujer que, sentada ante una copa de licor, tal vez absenta, y con un cigarro puro en su mano derecha, mira con una grave expresión de tristeza, amargura o preocupación hacia algún punto del local como esperando ver aparecer a alguien que probablemente no vendrá.

La modelo se llamaba Madelleine de Boisguillaume y era una aspirante a actriz y modelo de artistas, la cual, mantenía una relación con el escritor Edouard Dujardin con quien llegaría a tener en 1896 un hijo llamado Emile. Dujardin la dejó ese mismo año para casarse con Germanine Teisset de la que se separó en 1901 reanudando su relación con Madelleine.

Esta mujer, fue modelo habitual de Casas durante su estancia en París hasta 1894 en que este regresa a Barcelona, apareciendo retratada en varios cuadros suyos como "La asidua del Moulin de la Galette", "Joven decadente" y "Jalousie" y tal vez en la serie de escenas intimistas femeninas que realizó en Barcelona en su periodo 1894-1895.

Madelleine fue también modelo en varias obras de Santiago Rusiñol y de Toulouse - Lautrec, modelo que fue confundida con Jeanne Fontaine en "Mujer con una piel" y que la estudiosa de Casas, Mercedes Palau-Rives demostró que era Madelleine.

La mujer fue un tema recurrente en la obra y la vida de Ramón Casas. Sus modelos participaron de su vida. Así, con Clotilde (Clo-Clo), la hija del dueño de una tienda de pinuras en París mantuvo una relación amorosa; Madelleine fue su musa parisina y por último, Julia Peraire, una vendedora callejera de lotería, fue al final su gran amor y compañera hasta su muerte.

Este cuadro se puede contemplar en el Museo del Monasterio de Monserrat, Barcelona.

2 comentarios:

  1. Es fantástico este cuadro. Y la historia con Julia me recuerda a Pygmalion, pero con final feliz.

    Saludos

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  2. Tu tienes la suerte de poderlo visionar en directo sin viajar demasiado. Yo lo ví en Valencia el año pasado en el IVAM. La verdad es que Casas igual que Rusiñol fueron dos grandes pintores tal vez no demasiado reconocidos pero eso también le pasó a Sorolla que ha ido subiendo su cotización con los años.

    Saludos

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