Cuando la noche se echa y los almacenes y tiendas apagan sus luces y cierran sus puertas, seguramente los maniquíes cobran vida y abandonan su estático reposo y charlan, pasean, y se aman entre los mostradores.
Los más afortunados viajan en grandes contenedores y hasta pueden llegar a tener una luna de miel en Taormina aprovechando una fastuosa exposición de modelos para los humanos.
Mientras duran, su belleza es siempre igual y su amor constante para envidia de los mortales.
Ya lo escribió Vicente Aleixandre: "Luna de miel en Taormina. Un paisaje saturado de azules cargados, sobre un asomo de pámpanos o floresta, de todo lo que en el amor se consume o se agosta. Y dos maniquíes, dos sucintas esencialidades, despojados de todo lo que despierta, sumidos en la violenta pasión que no se termina. Amor para siempre."
Este cuadro pintado en 1936 representó a España en el Pabellón Internacional de la Exposición de París de 1937 desapareciendo misteriosamente durante dicha exposición y siendo encontrado 50 años más tarde en los sótanos del palacio Albéniz de Barcelona.
Ahora mismo te lo tweeteo!
ResponderEliminarDos maniquies encerrados en un cuadro desaparecido durante cincuenta años...
ResponderEliminarCharlando, paseando, y amándose con violenta pasión que no se termina...
Qué hermosa relación has hecho entre este cuadro y la luna de miel de Taormina.
La anónima encerrada en un cuadro con pérgola.
Alucinante! Gracias, iremos.
ResponderEliminar