lunes, 25 de febrero de 2013

Retrato de la Señora Natasha Gelman - Diego Rivera





Cuando en Europa las cosas se empezaron a poner mal para los judíos europeos debido a la llegada de Hitler al poder y sobre todo con el comienzo de la II Guerra Mundial, fueron muchos los que emigraron a America para comenzar una nueva vida, entre ellos Natasha Zakólkova, una mujer nacida en 1911 en la República Checa y que llegó a Méjico a principios de la década de los cuarenta.

En Méjico conocería unos meses después al ruso, también de origen judío, Jacques Gelman, un productor cinematográfico que había llegado a Méjico dos años antes con el fin de montar una filial de su empresa parisina de distribución de películas y con el que acabaría casándose en 1941. 

Los negocios le marcharon muy bien a Jacques Gelman. Había conocido a través de su trabajo al comediante Mario Moreno "Cantinflas" y después de asociarse con él y con el también productor Santiago Reachi, lanzaron la que sería la primera película de Cantinflas, "Ni sangre ni arena" , una película que tendría un éxito inimaginable de taquilla. Este éxito les movería a fundar la compañía Posa Films de la que nacerían todas las películas interpretadas por "Cantinflas" y que le reportarían enormes ganancias al matrimonio Gelman

El olfato para los negocios que siempre demostró Jacques Gelman le condujo a invertir gran parte de aquellos pingües beneficios en obras de arte. Sus viajes a Nueva York y ciudades de Europa fueron encaminados a conseguir obra europea a la vez que iban encargando o comprando a los artistas mejicanos que comenzaban a destacar o que eran ya artistas reconocidos, como fue el caso de la obra que hoy vemos, encargada a Diego Rivera y una de las primeras piezas de la que más adelante llegaría a ser la "Colección privada de Arte Mexicano Moderno y Contemporáneo de Jacques y Natasha Gelman", considerada como una de las colecciones privadas más importantes del mundo. 

Cuando Jacques Gelman encarga en 1943 esta obra a Diego Rivera, este es ya un pintor de renombre en todo el mundo y en especial en Méjico. Sus encontronazos políticos, primero con sus amigos comunistas y después con los trotskistas, su manifiesto por el arte revolucionario junto a André Bretón, su gigantesco mural antifascista realizado en San Francisco dos años antes y su reciente nombramiento como profesor del Colegio Nacional de Méjico le han convertido ya en un personaje afamado y reconocido. Sus ideas anticapitalistas no le harán desdeñar nunca el dinero de los burgueses y acepta el encargo pintando a Natasha Gelman en la residencia que el matrimonio poseía en Cuernavaca, recostada en un sofá azul, vestida con un elegante traje blanco, adornadas sus manos y muñecas con vistosas joyas y rodeada de alcatraces o calas semejando ella misma a una gigantesca y bella cala. 

El cuadro es bellísimo y se cuenta que el matrimonio quedó enamorado de este cuadro que se convertiría en la pieza emblemática de la colección. Después de este retrato, Natasha Gelman sería retratada ese mismo año por la pintora Frida Kahlo, la esposa de Diego Rivera, y más adelante por pintores de la talla de David Alfaro Siqueiros, Ángel Zárraga y Rufino Tamayo, cuadros todos ellos que pasaron a engrosar la llamada colección mejicana. 

A la muerte de los Gelman, su colección y el destino de los cuadros ha seguido un camino que en la actualidad sigue siendo incierto.

La Colección europea fue donada por Natasha, heredera de la colección, al Metropolitan Museum of Art  de Nueva York bajo la condición de permanecer reunida en una sala que enunciase el nombre de los coleccionistas. Con respecto a la coleccion mejicana se dispuso en testamento firmado en 1991 que la Colección mejicana quedase en Méjico en algún museo privado nombrando como albacea testamentario a un tal Robert R. Littman. Desaparecida Natasha Gelman en 1998, fueron apareciendo extraños herederos, entre ellos un hijo de Cantinflas y unos abogados mafiosos, que llegaron a provocar que la colección mejicana se encontrase en paradero desconocido a instancias de Robert Litman. Este último, residente en la actualidad en Nueva York, llegó a secuestrar la colección indicando que la colección se encontraba en lugar seguro y a la espera de que se resolviesen estos litigios. 

El anuncio de la exposición de 75 obras de la colección, entre las que se encuentra el "Retrato de la Señora Natasha Gelman", en el Museum of Art en Atlanta, Estados Unidos desde el 14 de febrero al próximo 14 de mayo de 2013, parece devolver nuevamente la confianza acerca del paradero y estado de las obras.

Puedes visitar más obra de Diego Rivera en este vídeo.

40 comentarios:

  1. Un bello cuadro con una bella historia detras que aun acrecienta su interes. Siempre es un gozo leerte, amigo. Un abrazo.

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    1. Gracias por tus visitas y tus cariñosos comentarios. Un abrazo.

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    2. Que ignorancia la de todos por no saber que "Méjico" es con X MeXico Mexico!

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  2. Que preciosa obra, me encantan las calas, es verdad que Rivera las pintaba con frecuencia, no conocía la historia de ese cuadro y del apellido Gelman, muy interesante.
    Un abrazo, amigo Presley

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    1. La calas aparecen en numerosos cuadros de Rivera y le dan un aire muy colorista a los mismos. Me alegra que te haya resultado interesante la historia relacionada con este cuadro. Creo que todavía no ha terminado. Un abrazo, amiga.

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  3. Rocambolesca, de película la historia de la colección Gelman. Supo muy bien enmarcar Rivera la belleza de Natasha entre lirios blancos. Saludos.

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    1. Si que es rocambolesca la historia de esta colección. Si tienes ganas de saber algo más te dejo una página que documenta bastante el litigio existente:

      http://www.voltairenet.org/article161905.html

      Un abrazo.

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  4. Me parece muy interesante tanto la obra como la historia que nos presentas en esta ocasión, Presley. Quería preguntarte si se trata efectivamente de óleo sobre lienzo, porque la obra de Diego Rivera es principalmente al fresco. Igualmente me pregunto qué característica de la representada quieren indicarnos los alcatraces que tiene a su espalda.

    Muchas gracias por la entrada. Un saludo de tus amigos anónimos.

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    1. Rivera es famoso por sus fresco y sus grandes murales pero tiene mucha obra menor al óleo sobre lienzo. Esta obra está catalogada como óleo sobre lienzo de 115x153 cm. Con respecto a tu segunda pregunta habría que preguntársela a Rivera, que seguramente llegó a conocer algo más de la señora Gelman. En cualquier caso ya sabes que las calas o alcatraces como las denominan en Sudamérica suelen representar en algunos casos la sexualidad y en otros la elegancia y la belleza. En Sudamerica simbolizan también la espiritualidad, el corazón que el artista deposita o vuelca en su obra.

      Gracias a vosotros por vuestras amables visitas. Un saludo.

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  5. Siempre me atrajo la obra de Diego Rivera; además de ser un gran muralista, es un gran pintor de la figura humana, sabe darle aura y sensibilidad a sus figuras. Me gustó conocer la historia que hay en este lienzo. Siempre conociendo cosas nuevas con tus entradas. Abrazos.

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    1. Rivera fue un gran pintor que captaba perfectamente el mundo de sus retratados. Como persona creo que fue un hombre extraño, a veces perverso y a veces tremendamente débil.

      Las historias que encierran los cuadros - y tú lo sabes bien - a veces son curiosísimas pero, como normalmente las desconocemos, nos impiden detenernos unos minutos más en el cuadro con lo cual también nos perdemos los detalles del mismo. Bueno, todos intentamos enseñar algo lo cual es una buena forma de aprender.

      Un abrazo.

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  6. Me ha encantado la obra que nos has presentado y sobre todo la historia, siempre me ha gustado Diego Rivera por su sensibilidad y representación del pueblo mejicano, y más aún su mujer sus obras son magnificas. En el vídeo hay obras no muy conocidas.
    Un abrazo

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    1. La verdad es que es un cuadro muy colorista. Es el típico cuadro que uno colgaría en el salón de su casa porque además es tremendamente decorativo. La historia es francamente curiosa. Los Gelman fueron un matrimonio con un olfato especial para los negocios. Bueno, la verdad es que la producción pictórica de Rivera fue grande así que la mitad de las obras es normal que no nos resulten conocidas.

      Un abrazo.

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  7. El cuadro es, desde luego, una maravilla. Una de las obras más bonita que yo conozco del pintor.

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    1. Como le decía a Mari-Pi-R no me importaría que me lo regalaran para colgarlo en el salón de casa. De momento me conformaré con los que yo pinto y con alguna que otra litografía quedona.

      Un saludo

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  8. El cuadro es magnifico y no lo conocía a pesar de que soy una gran admiradora de la obra de Rivera. Tu relato, como siempre, fascinante.
    Un abrazo

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    1. Pues este cuadro creo que estuvo expuesto en el Reina Sofía en 1999 junto con toda la colección mejicana pero claro....vaya vd a saber.

      Gracias por tus amables visitas. Un abrazo.

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    2. Me encanta lo bien que nos lo cuentas todo. A mi me entusiasma Diego Rivera y compruebo una vez más su afición a estos lirios que aquí se llaman de "Sant Josep" y llegan a embriagar con su perfume. El cuadro desprende "glamour" y parece inspirado en el cine aún que más bien puede ser al revés.
      Saludos.

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  9. Me encanta el estilo de Diego Rivera. Saludos.

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  10. Para mi, el mas bello y emblematico, de la obra de Rivera.
    Tambien me gusto la historia de su llegada a Mejico y su desenvolvimiento. Como siempre, un placer visitarte.
    Saludos.

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    1. Yo no me atrevería a calificarlo de el más emblemático pero si que es un bello cuadro. Me alegro que te haya resultado interesante la historia de los Gelman.

      Gracias por tu visita. Un abrazo.

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  11. El cuadro me parece espectacular, muy del estilo de Rivera, aunque sin seguir los grandes murales metafóricos y simbólicos sobre el estado a los que nos tiene acostumbrados. La historia que nos cuentas de la colección Gelman parece de película. Espero que algún día todas las obras compradas por el matrimonio puedan ser expuestas en su conjunto sin problemas.
    Un saludo

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    1. Bueno, la coleción europea creo que se puede ver sin problemas y completa en el Metropolitan Museum aunque los pretendidos herederos intentaron anular la donación al MET alegando Alzheimer en Natasha Gelman. La colección mejicana, o casi la totalidad de ella, se expone actualmente en Atlanta así que el tema tiene buena cara. Un saludo y gracias por tu visita.

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  12. Un hermoso cuadro y una entrada extraordinaria. Un saludo.

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  13. Nunca me ha gustado mucho la obra de Diego Rivera, es sólo una apreciación personal, cuestión de gustos. Aunque este cuadro es en verdad hermoso.
    Conocí hace un tiempo al hijo de otro muralista mejicano que era amigo de Diego Rivera y me contaba muchas anécdotas y muchas de sus "excentricidades". Dos personajes nada convencionales, él y Frida.
    Resulta penoso que obras y colecciones tan importantes en el mundo del arte puedan "secuestrarse", como nos cuentas.

    Siempre paso un rato estupendo leyendo las historias que narras tan bien.

    Un abrazo, amigo Presley

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    1. Creo que comparto tu opinión. A Rivera le miro de soslayo, no sé si por ser un pintor demasiado politizado, lo cual en el arte no es bueno, o por ser un individuo extraño por su imagen y su vida personal. Hay cosas de él que me encantan, en general su obra menor pero más cercana, pero otras me producen la sensación de que no consigue trasmitirme la problematica que plasma (sus murales) aunque dicha representación sea perfecta. Tal vez le faltaba en el plano social - y curiosamente es por el que es reconocido internacionalmente - esa " liaison" que demuestra cuando se acerca a algo que le impresiona o le motiva, p. ej. sus indígenas con los cestos de calas o sus retratos de personajes de la sociedad mejicana.

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  14. Yo soy brasilenõ y me gusto mucho sobre la obra , muchas gracías sobre la materia abrazos !

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  15. HERMOSA PINTURA, FELICIDADES, UNA PINTURA BASTANTE CONOCIDA DE DIEGO RIVERA

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