martes, 31 de mayo de 2011

Les amants - René Magritte


Son varios los cuadros pintados por René Magritte en los que los personajes retratados aparecen con su rostro o todo su cuerpo tapado por una tela blanquecina o grisácea.

Este que hoy vemos es similar a otro realizado por Magritte en las mismas fechas y con el mismo título y en el que los misteriosos amantes, posan para el espectador con sus rostros también tapados en un lugar en el que, a diferencia de este, el fondo lo constituye un verde paisaje con el mar en el horizonte. Tampoco se desvela la identidad del personaje del cuadro titulado "La historia central", una mujer que con la cabeza cubierta con un paño, rodea con la mano su cuello como si estuviera sintiendo la falta de aire mientras, delante de ella, reposan sobre una mesa una tuba y un maletín. Igualmente, en el lienzo "La invención de la vida", una mujer nos observa situada en un sombrío paraje en el que se encuentra  a su lado otro ser cubierto totalmente con una túnica o sábana y que le da un aspecto de aparición fantasmal.

¿Qué nos quiere decir Magritte en estos cuadros y que es lo que representan esos rostros tapados, rostros que se besan sin besarse o que nos miran sin vernos o sin que nosotros los podamos identificar?

Muchas han sido las interpretaciones que se han dado y muchos los estudiosos que han analizado la obra de Magritte y posiblemente todas sus versiones sean meras conjeturas.

Michael Lloyd & Michael Desmond en su libro "European and American Paintings and Sculptures 1870-1970 in the Australian National Gallery" indican que el origen de estas imágenes puede ser atribuida a diversas fuentes en la imaginación de Magritte y una de ellas podría ser la fascinación que Magritte sentía por el misterioso personaje de la novela de Pierre Souvestre y Marcel Allain, "Fantomas", novela que el director del cine mudo francés, Louis Feuillade había llevado posteriormente al cine en forma de serie entre 1913 y 1914. "Fantomas", según Itzia Fernández Escareño "se apoya en motivos románticos que muchos juzgan fantásticos: mujeres fatales, usurpaciones del poder judicial, retos a la búsqueda razonada y aspectos diabólicos y rocambolescos que fascinaron a los surrealistas".

Otra de las fuentes, según Lloyd y Desmond, podría ser el recuerdo del aparente suicidio de la madre de Magritte. La madre de Magritte, Regina Bertinchamps, después de estar varios días desaparecida apareció muerta flotando en el río Sambre, envuelta la cabeza en su blanco camisón. Se estima que se suicidó pues era conocida su tendencia suicida por haberlo intentado varias veces con anterioridad. Se dice que Magritte, que en esas fechas tenía tan solo 13 años, contempló la recuperación del cuerpo quedando esa imagen grabada en su mente aunque, esta, es una afirmación que algunos estudiosos han descartado y que el propio Magritte nunca quiso comentar.

También el estudioso de la obra de Magritte, David Sylvester opina que este era un gran aficionado a las novelas de detectives y que pudo haber tomado ideas de una revista tipo cómic en que el personaje era un detective llamado Nick Carter, acerca del cual llegó a escribir hasta un artículo.

Como decíamos, es posible que todo sean conjeturas como las que siempre nos hacemos cuando contemplamos un cuadro de Magritte sin querer aceptar lo que él mismo dejó escrito: "La realidad es tan equívoca, incoherente y abstracta como cualquier pintura" o "Mi pintura son imágenes visibles que no tienen nada que ocultar, que evocan el misterio y, de hecho, cuando alguien ve uno de mis cuadros se hace esta simple pregunta: ¿Qué quiere decir ? No quieren decir nada, porque el misterio no significa nada o es incognoscible".

Este cuadro pintado en 1928 pertenece a Richard S. Zeisler, New York.

Pulsa aquí si quieres ver un video con obra de Magritte.

viernes, 27 de mayo de 2011

Barbara Gamage and her six children - Marcus Gheeraerts The Younger


Marcus Gheeraerts El Joven, (1561-1636), fue un pintor flamenco, nacido en Brujas,  pero que desarrollaría toda su actividad pictórica en Inglaterra al haberse trasladado allí su padre, el también pintor y grabador, Marcus Gheeraerts  El Viejo.

No es mucho lo que se sabe sobre la vida de este pintor pero si que fue el retratista de la alta sociedad inglesa, incluidos la Reina Isabel I, su sucesor el Rey Jacobo I y su mujer Ana de Dinamarca.

A esa alta sociedad inglesa pertenecía Barbara Gamage, la cual, se convertiría en Barbara Sidney, condesa de Leicester, al casar con un galés denominado Robert Sidney y que ostentaba el título de 1er Conde de Leicester, un hombre muy allegado a la corte de Isabel I, un noble y un gran mecenas de la música, la pintura y al parecer, un poeta destacado.

Robert Sydney, conocida la obra desarrollada en su entorno por Gheeraerts le encargó en 1596 este cuadro en el que aparecen retratados su mujer y los seis hijos vivos que la pareja había tenido hasta la fecha, cuatro chicas y dos chicos.

El cuadro, fiel documento de la época y de una familia, sorprende por la uniformidad del vestuario y su tenue colorido que hace destacar sobre un fondo negro, casi fantasmagóricamente, a los siete personajes en él retratados.

Cuando se pinta este cuadro en 1596, Barbara tenía 34 años, y está embarazada de su octavo hijo pues un séptimo niño, Henry, que no aparece en el cuadro, había muerto hacía solo unos años. Barbara tendría todavía otros cuatro hijos más con Robert Sydney estando considerado este cuadro como un estandarte dentro de la sociedad inglesa en cuanto a lo que representa de homenaje a la familia, la madre y la maternidad, tema que Gheeraerts repite con su cuadro "Anne, Lady Pope with her children" y en sus numerosos cuadros de damas en estado de buena esperanza.

Se sabe que el niño pequeño que está sentado, Robert, llegó a ser el 2º Conde de Leicester al heredar el condado pues su hermano mayor, el que aparece en el cuadro con una espada en el cinto y llamado William, moriría con tan solo 12 años, seis años después de pintado este cuadro.

De las niñas que aparecen en el cuadro, Elizabeth, Phillipa, Mary y Katherine, podemos contar que Mary - la mayor de las cuatro - llegaría a ser una famosa escritora y poeta conocida como Mary Wroth, apellido adquirido por  su matrimonio con Sir Robert Wroth.

De los doce hijos que tuvo Bárbara Gamage solo tres la sobrevivieron aunque cinco de ellos llegaron a casarse.

Un cuadro inquietante y documental que pertenece a la colección privada del Viscount De L’Isle en la Penshurst Place, Tonbridge, Kent.

martes, 24 de mayo de 2011

Dame Mary Gilmore - William Dobell


En la entrada del último día comentaba que entre los muchos pintores que retrataron a Helena Rubinstein figuraba un pintor llamado William Dobell el cual había realizado al menos siete retratos de ella.

Wiliam Dobell, (1899- 1970), considerado como uno de los mejores pintores australianos del siglo XX, se inició en la Escuela de Arte de Sydney para marchar después a Londres en 1929 gracias a la concesión de una beca por dos años. Agotada la beca, continuó en Londres casi una década pintando, estudiando, impregnándose de la pintura europea y sobreviviendo, en plena Depresión, gracias a pequeños trabajos consistentes en la realización de carteles, anuncios o ilustraciones para revistas. Se cuenta, humorísticamente, que era tal su escasez de recursos que para disimular los agujeros de sus calcetines se pintaba las piernas con el mismo color de estos.

En 1938, con motivo de la muerte de su padre y la inminencia de la II Guerra Mundial, vuelve a Australia donde realiza una serie sobre la guerra, especializándose después en las escenas cotidianas y posteriormente en el retrato, todo ello con un estilo propio, muy personal y dentro de una pintura que se puede calificar de expresionista.

Sus personajes son figuras estilizadas, de miembros alargados y con los rasgos exageradamente marcados, estilo no demasiado admitido por algunos y que le supuso hasta una denuncia con motivo del retrato que hizo al pintor Josué Smith, retrato que le reportaría el famoso Premio Archivald en 1943 pero que fue objeto de demanda por la familia del retratado por considerar que aquello no era un retrato sino una caricatura.

La idea de la pintura de Dobell está en sus propias palabras: "Se podría decir que estoy tratando de crear algo en vez de copiar algo cuando me pongo a pintar un retrato. Para mí, un artista sincero no es alguien que intenta copiar fielmente en un lienzo lo que está delante de él, sino alguien que trata de crear algo que sea un ser vivo en sí mismo independientemente de la materia."

Esa filosofía empleó en el cuadro que hoy vemos y que está considerado como su mejor obra, el retrato de Mary Gilmore.

Mary Gilmore, (1865-1962), de soltera Mary Jean Cameron fue una gran escritora, poeta y periodista australiana así como una reconocida activista y defensora de los derechos de la mujer trabajadora, de los niños y de los grupos indígenas australianos.

Casada con William Gilmore y considerada un icono nacional fue nombrada en 1937 Dama de la Orden del Imperio Británico convirtiéndose en Dame Mary Gilmore, la primera persona a la que se le concedía este premio por servicios a la literatura.

Con motivo de su noventa cumpleaños, la Sociedad de la Reserva Australiana encargó a William Dobell un retrato de Mary Gilmore como regalo de cumpleaños. Dobell, como era habitual en él, hizo numerosos estudios y apuntes preparatorios de Mary Gilmore y que culminaron en el cuadro que vemos.

La escritora, al contemplar su retrato y en contra de lo que algunos temían, dirigiéndose a un importante crítico de arte que también estaba presente, exclamó: "Dobell es un gran pintor. En este cuadro he visto los ojos de mi padre mirándome. Un retrato que no muestre los ancestros de uno no es un retrato, es una simple fotografía. Esta pintura seguirá llevando mi identidad cuando mi propio trabajo sea olvidado." 


William Dobell y Mary Gilmore pertenecen al imaginario australiano y su recuerdo está en el bolsillo de los australianos desde 1993 en que se lanzó el billete de diez dólares australianos en el que aparecen la cara de Mary Gilmore, tomada de una antigua fotografía de cuando ella tenía solamente 20 años y un grabado basado en el retrato de Dobell.

En 2002 se estrenó en Queensland la obra teatral de Bille Brown, "Bill y Mary", basada en la relación surgida entre el pintor y la nonagenaria durante aquellas largas sesiones en la que Mary Gilmore consiguió transmitir sus ancestros a la paleta de Willian Dobel.

Este cuadro pintado en 1957, fue donado en 1960 por Mary Gilmore a la Art Gallery of New South Wales
,
 Sydney, Australia donde se conserva.

miércoles, 18 de mayo de 2011

La Princesa Arthchild Gourielli-Helena Rubinstein - Salvador Dalí


Helena Rubinstein, (1871-1965), fue una judía polaca que revolucionó el mundo de la cósmetica levantando un gran imperio basado en los productos para embellecer el rostro de las mujeres y que la convertiría en multimillonaria gracias a su hábil gestión para hacer de su firma una de las más importantes en dura lucha con su competidora, la canadiense Elizabeth Arden y algo más tarde con la neoyorquina Estée Lauder.

Nacida en Cracovia e hija de un modesto comerciante, emigró con solo dieciocho años a Australia donde vivía un tío suyo en una granja en la ciudad de Coleraine, en el estado de Victoria. Cuentan que allí empezó a preparar sus cremas a base de leche de almendras, corteza de pino y hierbas aromáticas a las que le añadía la grasa de la lana de las ovejas que abundaban en la granja de su tío, la llamada lanolina. Su crema la empezó a comercializar de forma vecinal y ante el éxito obtenido abrió una pequeña tienda en Melbourne en la que se vendían diferentes variedades de sus productos.

De ahí a la fama solo pasaron unos cuantos años. Helena Rubinstein creaba en 1902 una sucursal de su firma en Londres, en 1906  en París y en 1912 estaba ya instalada en NuevaYork, todo ello a través de un complejo entramado empresarial formado por institutos, fábricas y laboratorios de cosmética.

Mujer multimillonaria, afincada en Nueva York, fue una gran mecenas y coleccionista de arte. Se cuenta que en su triplex de Park Avenue tenía, solamente en una habitación, siete Renoir colgados encima de una chimenea y que algunas de las alfombras del apartamento habían sido diseñadas por Miró en exclusiva para ella.

Al menos veintisiete retratos de Helena Rubisntein fueron realizados por grandes pintores del momento. A ella la retrataron el australiano William Dobell, que la plasmó en siete lienzos, Marie Laurencin, Graham Sutherland, Raoul Dufy, René Bouché, Marcel Vertés, Edward Lintott y Salvador Dalí entre otros.

De Salvador Dalí es el cuadro que hoy vemos y en el que pinta el busto de Helena Rubinstein integrado en un acantilado y amarrado a él por medio de las joyas y collares que adornan su cuello.

La obra se considera basada en el mito de Andromeda que será salvada por Perseo de morir devorada por un monstruo marino. En una de las rocas al pie del acantilado aparecen unas pequeñas figuras que representan a Venus y Cupido y que aportan el matiz erótico subyacente en toda la obra de Dalí.

Cuando Salvador Dalí pintó este cuadro (1943), Helena Rubinstein tenía ya 72 años pero, sin embargo, la pinta como una mujer joven y con un cierto parecido a Gala, la mujer de Dalí, tal vez para subrayar su joven espiritu y su fuerte carácter.

El titulo de "Princesa Artchild Gourielle-Helena Rubinstein" se lo asignó Dalí como alusión al apellido de su segundo marido, un tal Artchil Gourielli-Tchkonia, un individuo perteneciente a la nobleza georgiana y dentro de la que él mismo se había autoproclamado príncipe de Georgia.

Este cuadro, hasta la fecha perteneciente a la Fundación Helena Rubinstein, fue subastado el pasado día 5 de mayo y adjudicado en 2.658.500 dólares a un comprador anónimo, estando prevista la subasta de varias de las obras de arte existentes en dicha Fundación a lo largo del presente año.

La firma Helena Rubinstein fue adquirida en 1989 por el imperio L'Oréal, la firma de cosmética creada en 1907 por el químico francés Eugène Schueller.

martes, 17 de mayo de 2011

The Colony Room - Michael Andrews


Michael Andrews (1928-1995), fue un pintor perteneciente a la llamada Escuela de Londres, un grupo expresionista formado por un grupo de pintores entre los que se encontraban, Francis Bacon, Lucian Freud, R.B. Kitaj, Frank Auerbach y Leon Kossoff, pintores vinculados a esta ciudad y de los que, paradójicamente, sólo uno de ellos, Leon Kossoff, era londinense de nacimiento, siendo Freud y Auerbach alemanes, Bacon dublinés, Andrews de Norwich y Kitaj de Cleveland, Ohio.

De los miembros del grupo, Andrews es el que menos proyección pública tuvo en parte debido a su corta producción y en parte a las pocas exposiciones realizadas a causa de haber firmado en 1966 un contrato con la Marlborough Gallery, algo que ya habían hecho previamente Francis Bacon y Lucian Freud y que les aseguraba la venta de toda su producción.

Su obra es una especie de reflexión sobre la imagen, una forma de presentar ideas a través de la pintura. Esta varía desde las escenas familiares de la década de los 50 para dar paso al mundo de las reuniones y las fiestas sociales en los 60 y se vuelve más simbolista a partir de su contrato con la Marlborough, con la realización de su serie de "Las luces", una serie cuyas obras tienen como motivo pictórico el globo, un símbolo del viaje del alma humana en su búsqueda de la paz y el nirvana.

De la década de los sesenta es esta obra que hoy traemos y que Michael Andrews pintó en el "Colony Room".

El "Colony Room" era un tugurio o club privado para bebedores inaugurado en 1948 en la Dean Street, en pleno Soho londinense y que estaba regentado por una tal Muriel Belcher, una mujer de la que se decía que era una "bella judía lesbiana". A este club acudía regularmente Francis Bacon al que, según se cuenta, Muriel le daba 10 libras semanales y la bebida gratis con tal de que fuera trayendo nuevos clientes. A Muriel la pintó Bacon en numerosos cuadros como en su "Mujer sentada" o en sus "Tres estudios para un retrato de Muriel Belcher".

A través de Bacon llegaron al club y se convirtieron en asiduos del mismo sus compañeros de grupo, Lucien Freud y Michael Andrews. Este último pintó un gran mural en una de las paredes del claustrofóbico local y posteriormente, en 1962, pintó este "The Colony Room" en el que se ve a un grupo de personajes charlando en el club y en el que se aprecia a la izquierda el citado mural.

En este cuadro se puede ver en el lado derecho del mismo a Francis Bacon de espaldas al espectador, sentado en un taburete y apoyado en la barra charlando con la propietaria del local, Muriel Belcher. Al lado de esta aparece con una copa en la mano Lucien Freud el cual mira fijamente hacia el espectador. A su lado, también con una copa en la manos, está  el editor Bruce Bernard. La mujer que ocupa el centro del cuadro es Henrietta Moraes, mujer famosa por sus numerosos matrimonios, uno de ellos con el actor Norman Bowler y musa y modelo tanto de Bacon como de Freud que la retratarían en numerosas obras. El hombre que aparece a la izquierda y de espaldas es John Deakin, el fotógrafo que se movía en esas fechas en el círculo íntimo de Bacon y para el que tomó numerosas fotografías sobre las que luego trabajaría en su estudio el pintor. También aparece en el cuadro, pegado a un espejo,  el alcohólico y bohemio periodista Jeffrey Bernard , el último del grupo en cerrar el club todas las noches.

El "Colony Room" echó el cierre en el año 2008 y el mural de Michael Andrews se vendió en pública subasta unos meses después por 38.400 libras que fueron pagadas por la Galería James Hyman de Londres, galería que representa el patrimonio del difunto James Andrews. El cuadro "The Colony Room" se puede ver en la Pallant House Gallery en Chichester.

domingo, 15 de mayo de 2011

Dada Dachatelier (El estudio Dadá de la azotea) - Rudolf Schlichter


Rudolf Schlichter, el pintor germano y uno de los principales representantes del grupo de la "Neue Sachlichkeit" (Nueva Objetividad), el movimiento pseudo-expresionista fundado en Alemania en 1922, pintó dos años antes este cuadro para la Primera Feria Internacional Dadá celebrada en Berlín en la galería de Otto Burchardt y en la que se expusieron cerca de 200 obras provenientes del movimiento dadaista europeo y que eran una crítica a la política de posguerra, al militarismo y una denuncia de las secuelas que la guerra había dejado en la sociedad en forma de miseria, hambre, prostitución, viudas sin recursos y mutilados sin posibilidad de obtener un trabajo digno.

En el marco de esa crítica artística muchas de las obras presentadas fueron versiones de obras maestras transformadas en obras satíricas en las que se mezclaban corrientes tales como la pintura metafísica, la academicista, el realismo y el expresionismo. Dentro de ese género se puede encuadrar este cuadro de Schlichter cuyo título podríamos traducir como el de "Un estudio Dadá en la azotea".

Unos meses antes de esa exposición celebrada en junio de 1920, el Museo del Louvre colgaba en sus paredes una obra de Gustave Courbet que la Asociación de Amigos del Louvre había comprado por 700.000 francos a su anterior propietaria, la viuda de un tal Victor Desfossés y que había servido como telón de fondo al teatro de aficionados del Hôtel Desfossés en París. La obra en cuestión era el famoso cuadro "El estudio del pintor", cuadro que visitábamos el último día.

La noticia de esta compra y donación al Museo del Louvre debió influir en Schlichter que versionó, a su manera, el citado cuadro. Así, en él, aparece un pintor provisto de gafas y una mascara antigás, elementos usados en la pasada Guerra Mundial y sentado delante de un caballete en el que no existe ningún lienzo. A su lado se encuentra una niña vestida de marinero y un maniquí o modelo situado sobre un pedestal. Este grupo se podría relacionar con el grupo central que figura en el cuadro de Courbet formado por el pintor, la modelo desnuda y el niño que observa el cuadro. Las ambiguas figuras situadas a la izquierda del cuadro se podrían relacionar también con las situadas en ese mismo lado en el cuadro del pintor francés. A ese lado estarían identificados el pueblo, el sufrimiento, la miseria, la riqueza, la prostitución, la indiferencia y la soledad.

El cuadro utiliza los elementos que caracterizan a la pintura metafísica del italiano De Chirico y cuya influencia se había transmitido ya a este grupo de pintores germanos, una pintura en la que abundan los maniquíes, los autómatas y las muñecas o marionetas así como una serie de útiles o figuras geométricas como las que adornan la mesa que aparece en el cuadro.

Los mutilados, las prótesis, los inválidos serían una constante en la obra del grupo de pintores que constituirían el grupo de "La Nueva Objetividad" y cuya presencia en el lienzo representaba una forma de crítica contra los horrores de la guerra y la ineficacia de los gobernantes para solucionar la situación de todos aquellos mutilados producidos por la 1ª Guerra Mundial.

Hay también en el cuadro una cierta dosis de fetichismo y sadomasoquismo representados en ese tipo de botas del maniquí, las máscaras o las gafas antifaz, aspectos equívocos de la sexualidad de Rudolf Schlichter y que aparecerán en muchas de sus obras posteriores.

Un cuadro complicado en el que se siguen los principios que marcaban los dadaístas para los que el arte no debía entenderse como un escape de los acontecimientos diarios, sino que debía hacer visible la violencia, el caos y la hipocresía de la vida contemporánea.

El cuadro, una acuarela y tinta china sobre papel pertenece a la colección de la Galerie Nierendorf, Berlín

Un buen video para saber más sobre el movimiento Dadá en Berlin pulsando aquí.

viernes, 13 de mayo de 2011

L'atelier du peintre - Gustave Courbet


Es este un cuadro muy conocido y ampliamente explicado pero nada nos impide volverlo a describir y que nos sirva de soporte para el que veremos el próximo día.

Titulado como "El estudio del pintor" goza de otro subtítulo más largo: "Una alegoría real y determinante de una fase de siete años de mi vida artística y moral" y eso es lo que Courbet pretendió al pintar este cuadro, realizar una alegoría que fuera un resumen de los últimos años de la vida artística y del mundo y la sociedad que rodeaba al pintor.

"Todo el mundo viene a mí para ser pintado" dicen que dijo Courbet. Ese mundo que está en el corazón del pintor y que él piensa que debe ser plasmado en el lienzo es el que Courbet pinta en este cuadro. Los amigos, la verdad, la inocencia, la poesía, la crítica, la miseria, los explotados y los explotadores, el amor, la muerte. Todo esto cabe en este gran cuadro del pintor que descubrió y pintó el origen del mundo.

En el centro del cuadro vemos a Courbet sentado ante el lienzo y pintando un paisaje que corresponde al parecer a Ornans, una localidad situada en la región de Franco Condado. A sus espaldas, una mujer desnuda que simboliza la verdad, observa el cuadro, al igual que lo hace un niño situado al otro lado del pintor y que se considera como el símbolo de la inocencia, el espectador puro y verdadero del arte.

A la derecha del lienzo están los amigos de Courbet. El hombre que lee es Baudelaire, simbolizando o representando a la poesía. Sentado en un taburete y observando la escena está Champfleury, el crítico de arte y defensor del realismo. Los cinco personajes situados al fondo corresponden al filósofo y político Pierre Proudhon, al mecenas y coleccionista Alfred Bruyas, al violinista e inquilino habitual del atelier, Alphonse Promayet, al escritor Max Buchon y a su íntimo amigo de la infancia Urbain Cuenot. Al lado de ellos una pareja se abraza simbolizando el amor.

A la izquierda, como si de la representación del Juicio Final se tratara, están los ajenos al arte, las distintas capas y oficios sociales. Allí se puede ver a un cazador, a una mujer dando el pecho y que representaría la miseria, dos judios representantes de su religión y del comercio, un sacerdote, un rico burgués y así hasta completar la relación de los treinta personajes que integran este cuadro según relataba en una carta dirigida a su amigo Alfred Bruyas antes de comenzarlo: "Tiene treinta figuras de tamaño natural. Es la historia moral y física de un taller.....”

Aparte de los personajes, numerosos objetos, animales y hasta una escultura o maniquí representando a un San Sebastian atravesado por las flechas y que se cree, simbolizaría La Academia, completan este famoso cuadro que, pintado en 1855, fue rechazado por el jurado del Salón de la Exposición Universal de 1855 en París y que Courbet expondría a modo de provocación en un pabellón individual situado enfrente de dicha exposición consiguiendo ser la expectación de la misma.

Este cuadro fue adquirido por 700.000 francos en 1920 por el Museo del Louvre gracias a la aportación de Amigos del Louvre, pudiéndose contemplar en el Musée d’Orsay, Paris, donde se conserva actualmente.

Puede ver un video relativo a la obra de Gustave Courbet pulsando aquí.

martes, 10 de mayo de 2011

Retrato de Peter Altenberg - Gustav Jagerspacher


La intelectualidad de la Viena de finales de la década de 1890 se reunía en los cafés de esta bella ciudad. En el "Griensteidl" y después en el "Central" se dieron cita los motores del grupo "Jung Wien", un grupo formado por hombres como el satírico Karl Kraus, el arquitecto Adolf Loos, el ensayista Egon Friedell, el periodista Anton Kuh, el matemático Leo Perutz, el escritor Stefan Zweig, el futuro golpista León Trotski y el escritor Peter Altenberg entre otros.

El Peter Altenberg de aquellos años era un escritor y poeta judío vienés llamado realmente Richard Englánder, un hombre que había llegado al mundo literario después de intentar cursar los estudios de Derecho y de Medicina, pero que diagnosticado de una "neurasthenia gravis" había decidido dedicarse al mundo de la bohemia y de la farándula vienesa.

Sin empleo fijo, Altenberg convirtió la noche en día frecuentando los burdeles, los teatros de variedades, los salones y sobre todo los Cafés, primero el "Griensteidl", trabando allí relación con Adolf Loos y Karl Kraus, con los que llegó a formar una triple alianza y posteriormente el "Café Central" el cual acabó convirtiéndo en su segunda morada llegándose a decir que, cuando Altenberg no estaba en el "Central" es que estaba de camino.

Con el tiempo llegó a escribir una docena de títulos, todos ellos basados en textos breves. Escribía por encargo, muchas veces a cambio de bajísimos honorarios que ya estaban gastados antes de cerrar el trato.

Peter Altenberg fue un noctámbulo, un alcohólico y un enfermo mental al que las recaídas le hicieron ingresar a menudo en los psiquiátricos, sobre todo en la última década de su vida.  Un hombre sin suerte con las mujeres y al que se llegó a acusar de pederasta por su declarada admiración por las jóvenes adolescentes.

Gustav Jagerspacher, otro habitual de las veladas del Central le pintó en este retrato que permaneció durante años en una pared del "Kärtner-Bar", un cafe situado en la Kärtnerstrasse y diseñado en 1908 por su gran amigo Adolf Loos, el mismo que proyectaría y costearía el monumento funerario para su tumba en el Cementerio Central de Viena. En dicho cuadro, Peter Altenberg aparece caminando bajo las estrellas que iluminan la noche de la bohemia vienesa de la que él formaba parte inseparable. En su mirada hacia el espectador se percibe el sentimiento del animal herido por la locura.

Altenberg murió pobre y enfermo en 1919 a los 60 años de edad.

Este cuadro, pintado en 1909, pertenece a la colección de la Neue Galerie en Nueva York.

lunes, 9 de mayo de 2011

Just what is it that makes today's homes so different, so appealing? - Richard Hamilton


El término "Pop Art" o arte Pop aparece por primera vez en Gran Bretaña durante la primera reunión del llamado "The Independent Group" en 1952.

Este grupo formado por jóvenes pintores, escultores, críticos de arte y escritores basaba su nuevo concepto del arte en la cultura popular y la incorporación a este de imágenes tomadas de anuncios publicitarios, comics, películas y todo tipo de material gráfico sacándolas de su contexto original e incorporándolas a una idea irónica, satírica, alegórica o banal.

En esa reunión, el cofundador del grupo, el escultor Eduardo Paolozzi, presentó una charla utilizando unos recortes de periódicos y revistas ensamblados y pegados entre ellos, unos "collages", en uno de los cuales aparecía un revolver de cuyo cañón se desprendía una nube de humo en el centro de la cual se había rotulado la palabra "POP". El término sería acuñado después por John McHale en 1954 apareciendo por primera vez en una publicación impresa en 1956 en un articulo redactado por Alison y Peter Smithson, miembros del Grupo.

En ese mismo año de 1956 se organizó una exposición para la Whitechapel Art Gallery bajo el título "This is Tomorrow" en la que Richard Hamilton un pintor londinense nacido en 1922 e integrante del "Independent Group" colaboró en la contribución de su Grupo a esta exposición presentando su "collage" titulado: "Just What Is It That Makes Today's Homes So Different, So Appealing?" (¿Pero qué es lo que hace a los hogares de hoy en día tan diferentes y tan atractivos?), la obra que hoy vemos aquí.

Este famoso "collage" se nutre de imágenes tomadas de revistas estadounidenses y así, se sabe que la sala que se muestra, aparecía en un anuncio del "Ladies Home Journal" sobre mobiliario moderno. El musculoso individuo que sostiene un gigantesco "Chupa-Chups" con la palabra "POP" era un tal Irwin "Zabo" Koszewski, un culturista que había sido "Mister Los Angeles" en 1954 y cuya imagen la tomó Hamilton de la revista "Tomorrow's Man". La TV corresponde a un anuncio publicitario del modelo "Stomberg-Carlson". También estan pegados en el collage un logotipo de la "Ford", una portada de historieta, una aspiradora, un cartel de cine, un retrato de un viejo antepasado,...

Una curiosa obra y de la que Hamilton haría posteriores versiones incluyendo una en 1992 en la que también aparece una mujer culturista. Considerada una de las obras representativas del arte pop británico pertenece a la Colección de Georg Zundell en la Kunsthalle Tübingen, Tübingen.

domingo, 8 de mayo de 2011

Berlin Street Scene - Ernst Ludwig Kirchner


"Usted quedará realmente impresionado cuando ponga un pie en Berlín. Nos hemos convertido en una familia numerosa y se puede obtener lo que haga falta, alojamiento o mujeres".

Estas palabras las escribía el pintor alemán Ludwig Kirchner en una carta remitida desde Berlin a Erich Heckel, otro de los fundadores junto con él del "Die Brücke" (El Puente), el grupo expresionista alemán fundado en 1905 en Dresde.

Corría el año 1911 y Kirchner había abandonado la ciudad de Dresde donde se había formado su grupo, había abandonado a su compañera Dorís Groé (Dodo) y estaba empezando a abandonar el estilo pictórico que le había acompañado durante los años pasados en Dresde.

Berlín fue una ciudad que le había subyugado nada más llegar. La modernidad, los escaparates, la sociedad, el tráfico. Kirchner pasaba horas en sus calles realizando esbozos y dibujos de aquella multitud que deambulaba por ellas, multitud formada por elegantes hombres y bellas mujeres entre las que destacaban aquellas que iban adornadas con vistosos y coloristas sombreros de plumas, las "cocottes", las prostitutas de aquel Berlin preludio de los años veinte.

Entre 1913 y 1915, Kirchner pintó una gran cantidad de cuadros que han quedado englobados en la serie conocida como "Großstadtbilder", que se podría traducir como imágenes urbanas o escenas callejeras, y de la cual forma parte este cuadro pintado en 1913, uno de los primeros de la serie y tal vez uno de los más conocidos titulado "Escena callejera en Berlin". En él, dos "cocottes" ataviadas con unos largos y sofisticados vestidos y tocadas con sus llamativos sombreros de plumas de colores pasean entre la multitud esbozando una ligera sonrisa que pone de relieve sus sensuales labios muy marcados por el rojo carmín mientras al fondo, el tranvía de la línea nº 15 acaba de realizar seguramente una parada  en su recorrido habitual.

Se cuenta que Kirchner pintó estos cuadros en su estudio basándose en los dibujos que había tomado del natural y sirviéndose de sus modelos que eran, aquí en Berlin, su nueva novia berlinesa, Erna Schilling y su hermana Margarita, ambas bailarinas de un club nocturno de Berlin y a las que retrató como cocottes en el cuadro que hoy vemos.

Este cuadro tiene una larga historia en su haber pues fue comprado al propio Kirchner por un coleccionista alemán de ascendencia judía. Este a su muerte en 1931 lo deja en herencia a su familia la cual se ve obligada a huir de Alemania con la llegada al poder en 1933 del nazismo y dada su condición de judíos. Tres años más tarde, una selección de pinturas de la colección Hess, entre ellas este cuadro, es vendida en Colonia. En 1980, la pintura llega a la venta otra vez, y lo adquiere el Museo Brüecke de BerlínAnita Halpin, nieta heredera de los Hess, inicia un pleito contra el estado alemán pidiendo la restitución de su cuadro alegando que este había sido incautado a causa de la persecución sufrida por su familia. El pleito se concluye en 2006 cuando los jueces obligan al estado alemán a devolver el cuadro a Anita Halpin. Unos meses después, esta lo subasta en Nueva York alcanzando la nada desdeñable cantidad de 38 millones de dólares que fueron pagados por la Lauder Neue Ronald Galerie de Nueva York donde se encuentra actualmente.

Mas obra de Ludwig Kirchner se puede ver pulsando aquí.

viernes, 6 de mayo de 2011

Portrait of Henri Matisse - Olga Meerson


En 1908 Matisse vivía en en el Boulevard des Invalides en París. Allí se montó una academia de pintura, la Academia Matise, una escuela sin ánimo de lucro destinada a instruir a jóvenes artistas y donde el pintor impartió clases a numerosos alumnos, uno de los cuales fue Olga Meerson.

Olga Meerson era una joven pintora nacida en Rusia que, atraída por la fama de Matisse y del movimiento fauvista había llegado de Munich, ciudad en la que había estado estudiando con Wassily Kandinsky y donde se había relacionado con todo el grupo de pintores y poetas que comandaba el escritor Thomas Mann y con cuya familia llegaría a tener una gran relación.

Durante tres años, de 1908  a 1911, Olga Meerson recibió las magistrales lecciones de Matisse y posó también para él en numerosos cuadros, dibujos y esculturas desconociéndose si entre ellos llegó a haber algo más que una fuerte relación alumna-profesor aunque, la gran estudiosa de la vida de Matisse, la escritora británica Hilary Spurling, ganadora del Premio Whitbread el año 2006 por su biografía sobre Matisse, estima que su relación no debió rebasar ciertos límites aunque si se sabe que Olga estuvo fuertemente atraida por Matisse e intentó iniciar una relación estable con él.

Matisse, todavía sentimentalmente muy unido a su mujer Amelie, la situación le fue creando un grave conflicto dados los celos que empezaron a manifestarse en esta última y las presiones cada vez más persistentes por parte de Olga por lo que la pidió que se apartase de su vida.

Olga regresó a Munich en 1911 donde se casaría más adelante con un cuñado de Thomas Mann. Como dato curioso y significativo de la amistad que había entre Olga y el escritor, existe una carta entre la correspondencia que en vida recibió Thomas Mann dirigida por Olga desde París en la que le indica el nombre que puede darle al joven protagonista de su novela escrita en 1912 "Muerte en Venecia" llamándolo "Adgiu" nombre que Mann convertiría luego en "Tadzio".

Olga Meerson, de origen judío, se suicidó en Berlin en 1933 coincidendo con la llegada del nazismo al poder y fruto de una gran depresión producida por su carrera frustrada como pintora.

Es muy poca la producción pictórica conocida o catalogada de Olga Meerson a excepción de algunas pocas obras entre las que figuran un autorretrato suyo pintado en 1911 y el lienzo que hoy vemos y en el que retrató a Matisse con uno de sus habituales "pijamas de trabajo", tumbado sobre una cama cubierta con una colorida colcha y leyendo apaciblemente un libro.

Este cuadro es propiedad de la familia de Olga Meerson y una reproducción del mismo adorna la cubierta del libro de Hilary Spurling sobre la vida de Matisse.


jueves, 5 de mayo de 2011

Il Bacio - Francesco Hayez


Francesco Hayez, (1791-1882), fue un pintor italiano considerado el máximo exponente del romanticismo y conocido por su pintura de tipo histórico, bíblico o alegórica a hechos políticos o narraciones literarias. Fue discípulo de Magiotto, Matteini y Cánova a cuyo lado estuvo trabajando en Roma hasta 1814 en que se marchó de esta ciudad a causa, según se cuenta, de una agresión motivada por un intento de relación con una mujer casada. Establecido en Nápoles realizaría gran parte de su obra en esta ciudad y posteriormente en Milán hasta su nombramiento en 1850 como director de la Academia de Brera.

Francesco Hayez ha sido recordado este año de 2011 con motivo del 150 aniversario de la unificación italiana, unificación iniciada en 1859 cuando el ejército austríaco invade el territorio piamontés, y llega cerca de Turin. En ese momento y hasta la primavera de 1861 siete diferentes regiones se agrupan y luchan con el apoyo de Francia para echar al invasor austríaco que es derrotado proclamándose, el 17 de marzo de 1861, Vittorio Emanuele II como rey de esa Italia unificada.

"Il bacio" (El beso), el cuadro que hoy traemos de Hayez, es una obra aparentemente de corte romántico o novelesco pero con una gran carga simbólica para el pueblo italiano y principalmente para el de la zona del Piamonte y la Lombardía pues, esta obra aparece en 1859 en Milán coincidiendo con la presencia unos meses antes en esta ciudad de Napoleón III y Vittorio Emanuele antes de partir hacia el combate junto con un gran número de milaneses dispuestos a echar al invasor austríaco de sus territorios. El cuadro muestra a una pareja que se besa apasionadamente, tal vez despidiéndose antes de la partida de él hacia el frente de batalla. El beso se ha querido representar como la alegoría del nuevo estado unificado que nacerá del amor de los jóvenes a su país y también como el abrazo entre los dos paises aliados contra el enemigo. Los ropajes con un cierto aspecto medieval o escénico se han querido identificar en su colorido con los colores de la bandera italiana y francesa y así, podemos observar el color blanco en el encaje en la manga de la joven, (una túnica blanca en el suelo en otra composición previa), el azul en su vestido, el verde en el forro de la capa del hombre (también en otra de las versiones) y el rojo en las calzas de este.

El cuadro encargado en su día por el conde Alfonso Maria Visconti, quien lo donó poco antes de su muerte a la Pinacoteca di Brera en Milán, donde aún se conserva, ha sido expuesto hasta hace unos días y con motivo del 150 aniversario en el Palazzo Isimbardi en Milán y dentro de una exposición titulada "Un Bacio per l'Italia. Hayez. La genesi di un capolavoro" junto con las tres acuarelas que se pueden considerar un antecedente preparatorio al cuadro, tituladas como: "L'addio" o "L'ultimo bacio di Romeo e Giulietta" (1830), "Un pensiero malinconico" (1842) e "Il Bacio" (1859).

Además de esta conocida versión de 1859 hay otras tres versiones creadas entre 1859 y 1861  pertenecientes a colecciones privadas, una de ellas a los herederos de la hermana de la modelo del cuadro, Carolina Zucchi,  y que también se han expuesto en este homenaje. En la versión que el regaló a Carolina ZuchiHayet sustituye el blanco encaje de la manga de la mujer por una túnica o velo blanco tirada a los pies de ambos y en la última versión, pintada en 1961 la mujer ya no lleva un traje azul sino blanco como dando a entender que la Italia unificada ya no necesitaba a Francia para continuar su andadura.



Un homenaje en este "150 Aniversario" al pintor que junto con Giuseppe Verdi y Alessandro Manzoni representa un mito dentro del Resurgimiento italiano.

Más sobre la obra de Francesco Hayez pulsando aquí.

martes, 3 de mayo de 2011

El tres de mayo de 1808 ( Los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío) - Francisco de Goya y Lucientes


España en los primeros meses del año de 1808 vive una ocupación taimada del ejército francés siguiendo las consignas marcadas por Napoleón Bonaparte y destinadas ha hacerse dueño de los reinos de Portugal y España. En marzo, el motín de Aranjuez provoca que Godoy, primer ministro del rey de España, Carlos IV, sea destituido y que el rey abdique en su hijo Fernando VII siendo ambos convocados con engaños a Bayona donde les esperará Napoleón.

El 30 de abril de 1808 Carlos IV y su esposa María Luisa arrivan a Bayona y dos días más tarde los madrileños se agolpan en los alrededores del Palacio Real y la Plaza de Oriente para evitar que salgan los últimos miembros de la familia real, los infantes María Luisa y Francisco de Paula.

Murat al mando del ejército francés establecido en Madrid ordena disparar contra la muchedumbre allí concentrada sucediéndose unos terribles momentos que culminarán con una brutal represalia por parte de Murat consistente en apresar y fusilar indiscriminada y masivamente a un gran número de madrileños en la madrugada del 2 al 3 de mayo en las zonas de la Moncloa, el Paseo del Prado, la Puerta del Sol, la Puerta de Alcalá y la montaña del Príncipe Pío.

Como una apología del martirio vivido esa noche realizó Francisco de Goya seis años después, en 1814, este cuadro, situándolo en la montaña del Principe Pío, cerca del actual Palacio de Oriente y representando este martirio a través del horror plasmado en las caras de los que van a ser fusilados y en la crudeza del pelotón de fusilamiento que dispara a quemarropa y con la bayoneta calada en la oscuridad de la noche. La escena, iluminada por una linterna colocada en el centro del cuadro y que proyecta su luz sobre las víctimas, resalta la figura del hombre de la camisa blanca que espera su final con los brazos en cruz y en el que se puede observar una marca en la palma de su mano derecha que nos trae a la mente las huellas del Cristo crucificado.

Al fondo se divisan unos edificios que parece corresponden a lo que fue el antiguo Cuartel del Prado Nuevo y el Convento de Doña María de Aragón situados en lo que ahora es la actual Plaza de España en Madrid.  También se observa gente al fondo que puede corresponder a más soldadesca francesa o grupos de curiosos que contemplan las ejecuciones. Entre estos curiosos se dice que pudo haber estado Francisco de Goya.

Como indica la página del Museo Nacional del Prado, museo donde se conserva este cuadro, el mismo fue realizado a la vez que su pareja, un cuadro titulado "El 2 de mayo de 1808 en Madrid. La lucha con los mamelucos" y ambos pudieron servir para decorar un arco de triunfo durante la entrada de Fernando VII en su retorno a Madrid o como conmemoración en las celebraciones del 2 de mayo.

Con motivo de la Guerra Civil Española, el cuadro fue trasladado a Valencia y después a Ginebra sufriendo un accidente el camión que lo transportaba y produciéndose unos daños en la margen izquierda del cuadro que ha sido sometido a varias restauraciones, la última en el año 2008.

Una información detallada sobre esta obra se puede leer en la página de la enciclopedia on line del Museo Nacional del Prado.

También se puede ver un vídeo de ArteHistoria sobre el cuadro pulsando aquí.

lunes, 2 de mayo de 2011

The Awakening Conscience - William Holman Hunt


William Holman Hunt, uno de los fundadores del grupo del realismo ingles conocido como “La Hermandad Prerrafaelista” pintó numerosos cuadros en los que el tema tratado lleva su carga moralizante incidiendo en el tema del pecado y las relaciones entre el hombre y la mujer como es el caso de este cuadro titulado “El despertar de la conciencia”, un cuadro pintado en 1853 y lleno de simbolismos a través de los cuales intenta advertir de los peligros a los que se expone la mujer que cede al libertinaje moral y su destino trás la caída.

En el lienzo, Hunt representa a una pareja formada por un adinerado joven que se encuentra recostado sobre un asiento situado delante de un piano mientras su joven amante, sentada sobre él, hace ademán de levantarse o escapar mientras mira hacia la ventana por la que penetra la claridad del jardín que se refleja en el espejo situado en la habitación. El joven se deduce que ha venido a visitarla hace un rato a la lujosa casa que él le ha puesto pues su sombrero de chistera descansa sobre la mesa situada en la estancia.

La habitación presenta un gran desorden y así podemos observar un sucio guante de mujer tirado sobre la alfombra, guante que simbolizaría el destino que le espera a la joven si continúa con su amante. También se pueden observar unas hebras de lana de la deshilachada tapicería que indicarían su estado actual y su iniciado camino hacia la perdición.

Debajo de la mesa un desagradable gato negruzco juguetea con un pajarillo que intenta salvarse de los ataques del felino, símbolo este usado para indicar la prostitución que amenaza a la joven cuando el día de mañana el rico y libertino amante la abandone y tenga que buscarse su medio de supervivencia.

También se puede observar como la mujer lleva varios anillos en su mano izquierda a excepción del dedo en que debería llevar su anillo de casada demostrando ser solo eso, una mantenida expuesta a un futuro incierto.

Tanto la partitura caída en el suelo como la que descansa sobre el piano son alegóricas a la inocencia de la infancia y del pasado y al mundo que la amenaza. Es seguramente la letra de la canción de esa última partitura la que se quiere interpretar que ha despertado la conciencia de la joven después de que su amante la haya tocado al piano y tarareado unos momentos antes y por lo que ella trata de incorporarse mientras mira hacia la ventana por la que penetra la luz que representa a Jesucristo - la Luz del Mundo - y a su propia salvación. “La Luz del Mundo” es otro de los cuadros de Hunt que se exhibía junto a este sirviéndole de complemento.

Se cuenta que el primer comprador del cuadro le pidió a Hunt que le cambiase la expresión a la joven que en un principio era de tristeza y Hunt repintó el cuadro años después y poco antes de fallecer.

La joven modelo es Annie Miller, una modelo que llegó a ser su novia y que también fue modelo de Rossetti y de Millais, sus otros compañeros prerrafaelitas y de los que se cuenta que Hunt tuvo celos obligándoles a pintar solo determinados temas y en determinadas épocas. También se comenta que dichos celos eran ficticios pues al parecer Hunt era homosexual aunque también se comentó que Annie había sido la amante de Hunt. El caso es que Annie Miller rompió sus relaciones con él y se casó con un tal Thomas Thomson con el que tendría varios hijos. Murió en 1925 a los noventa años de edad.

Este cuadro pertenece a la Tate Collection, Londres.

Pulsando aquí puede ver más obra de William Holman Hunt.