Cuando en Europa las cosas se empezaron a poner mal para los judíos europeos debido a la llegada de Hitler al poder y sobre todo con el comienzo de la II Guerra Mundial, fueron muchos los que emigraron a America para comenzar una nueva vida, entre ellos Natasha Zakólkova, una mujer nacida en 1911 en la República Checa y que llegó a Méjico a principios de la década de los cuarenta.
En Méjico conocería unos meses después al ruso, también de origen judío, Jacques Gelman, un productor cinematográfico que había llegado a Méjico dos años antes con el fin de montar una filial de su empresa parisina de distribución de películas y con el que acabaría casándose en 1941.
Los negocios le marcharon muy bien a Jacques Gelman. Había conocido a través de su trabajo al comediante Mario Moreno "Cantinflas" y después de asociarse con él y con el también productor Santiago Reachi, lanzaron la que sería la primera película de Cantinflas, "Ni sangre ni arena" , una película que tendría un éxito inimaginable de taquilla. Este éxito les movería a fundar la compañía Posa Films de la que nacerían todas las películas interpretadas por "Cantinflas" y que le reportarían enormes ganancias al matrimonio Gelman.
El olfato para los negocios que siempre demostró Jacques Gelman le condujo a invertir gran parte de aquellos pingües beneficios en obras de arte. Sus viajes a Nueva York y ciudades de Europa fueron encaminados a conseguir obra europea a la vez que iban encargando o comprando a los artistas mejicanos que comenzaban a destacar o que eran ya artistas reconocidos, como fue el caso de la obra que hoy vemos, encargada a Diego Rivera y una de las primeras piezas de la que más adelante llegaría a ser la "Colección privada de Arte Mexicano Moderno y Contemporáneo de Jacques y Natasha Gelman", considerada como una de las colecciones privadas más importantes del mundo.
Cuando Jacques Gelman encarga en 1943 esta obra a Diego Rivera, este es ya un pintor de renombre en todo el mundo y en especial en Méjico. Sus encontronazos políticos, primero con sus amigos comunistas y después con los trotskistas, su manifiesto por el arte revolucionario junto a André Bretón, su gigantesco mural antifascista realizado en San Francisco dos años antes y su reciente nombramiento como profesor del Colegio Nacional de Méjico le han convertido ya en un personaje afamado y reconocido. Sus ideas anticapitalistas no le harán desdeñar nunca el dinero de los burgueses y acepta el encargo pintando a Natasha Gelman en la residencia que el matrimonio poseía en Cuernavaca, recostada en un sofá azul, vestida con un elegante traje blanco, adornadas sus manos y muñecas con vistosas joyas y rodeada de alcatraces o calas semejando ella misma a una gigantesca y bella cala.
El cuadro es bellísimo y se cuenta que el matrimonio quedó enamorado de este cuadro que se convertiría en la pieza emblemática de la colección. Después de este retrato, Natasha Gelman sería retratada ese mismo año por la pintora Frida Kahlo, la esposa de Diego Rivera, y más adelante por pintores de la talla de David Alfaro Siqueiros, Ángel Zárraga y Rufino Tamayo, cuadros todos ellos que pasaron a engrosar la llamada colección mejicana.
A la muerte de los Gelman, su colección y el destino de los cuadros ha seguido un camino que en la actualidad sigue siendo incierto.
La Colección europea fue donada por Natasha, heredera de la colección, al Metropolitan Museum of Art de Nueva York bajo la condición de permanecer reunida en una sala que enunciase el nombre de los coleccionistas. Con respecto a la coleccion mejicana se dispuso en testamento firmado en 1991 que la Colección mejicana quedase en Méjico en algún museo privado nombrando como albacea testamentario a un tal Robert R. Littman. Desaparecida Natasha Gelman en 1998, fueron apareciendo extraños herederos, entre ellos un hijo de Cantinflas y unos abogados mafiosos, que llegaron a provocar que la colección mejicana se encontrase en paradero desconocido a instancias de Robert Litman. Este último, residente en la actualidad en Nueva York, llegó a secuestrar la colección indicando que la colección se encontraba en lugar seguro y a la espera de que se resolviesen estos litigios.
El anuncio de la exposición de 75 obras de la colección, entre las que se encuentra el "Retrato de la Señora Natasha Gelman", en el Museum of Art en Atlanta, Estados Unidos desde el 14 de febrero al próximo 14 de mayo de 2013, parece devolver nuevamente la confianza acerca del paradero y estado de las obras.
Puedes visitar más obra de Diego Rivera en este vídeo.
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