Parece como si los cuadros de nuestros museos se hubieran organizado y en alguna de esas largas noches, cuando solo los pasos de los vigilantes resuenan en las salas o almacenes donde cuelgan de sus paredes o se apilan en grandes cajones, hubieran decidido agruparse y hacerse escuchar, a través de algún insospechado método, por almas amorosas capaces de oír su silencio.
Igual que, cuando las puertas de los grandes almacenes se cierran, los maniquíes ríen y lloran y se aman y copulan, también los cuadros se hablan y se cuentan sus alegrías y sus temores y traman sus estrategias para salir del oscuro abandono en el que a veces están y así hemos visto estos últimos meses como nuestra "Gioconda del Prado" ha saltado a la fama después del más terrible anonimato o como la verdosa "Mujer en azul" luce radiantes su sonrojadas mejillas después del amoroso trato recibido.
También en esa espera por conseguir su pase a la admiración y el alterne con nosotros, los visitantes de museos, está este cuadro que hoy visitamos en la clandestinidad, "El abrazo".
Este cuadro, icóno de nuestra transición de la dictadura a la democracia constitucional, es objeto de comentario y de nuestras miradas a raíz, hace unas semanas, de una intervención parlamentaria realizada por la diputada de IU, Asunción de las Heras, en la que preguntaba al nuevo gobierno si "El abrazo" se colgará en las paredes de la Cámara Baja de acuerdo a lo que había prometido su anterior presidente el Sr. Bono.
Pintado en 1976 por el pintor valenciano Juan Genovés, (1930), ha permanecido prácticamente toda su vida en sombras o ha sido expuesto a veces, curiosamente, como objeto de discordia a pesar de su manifiesta invitación a que nos abracemos.
Catalogado como uno de los genuinos cuadros de nuestro "pop art" crítico español de los 70 y compañero de fatigas de otros similares como los que realizarían los grupos pictóricos también valencianos, Equipo Crónica ó Equipo Realidad, nació seguramente de la idea de la reconciliación nacional que sentiría Genovés al morir Franco, él que siempre había luchado con su pintura y con sus ideas contra el sistema establecido y junto a pintores de la talla de Saura o Canogar y dentro de grupos tan representativos como lo fueron Parpalló y Hondo.
La historia de este cuadro comienza cuando ese mismo año de 1976, unos representantes de la Junta Democrática de España - todavía en la clandestinidad y durante la presidencia de Arias Navarro - le pidieron a Genovés que les dejase un motivo pictórico para usarlo como imagen en unos carteles que se iban a imprimir para pedir la liberación de los presos políticos quedando elegido "El abrazo" como motivo para dichos carteles, de los cuales, se haría una tirada de 25.000 ejemplares que sería secuestrada nada más imprimirse y que le costaría a Genovés una semana de estancia en los calabozos de La Puerta del Sol por colaborar en la distribución de propaganda subversiva.
También la imagen de este cuadro pasaría a ser la que figuraría en los carteles de la ONG Amnistía Internacional, ONG que comenzaba a instalarse en España por esas fechas. Uno de estos carteles colgado en un despacho de abogados laboralistas en la calle Atocha de Madrid quedaría manchado de sangre el 24 de enero de 1977 al penetrar en este despacho un comando terrorista de ultraderecha que asesinaría a cinco de los abogados de ideología socialista. En recuerdo de esta matanza, el propio Genovés realizó en 2003 una escultura en la calle Antón Martín de Madrid que reproduce su cuadro de "El abrazo".
El cuadro, posteriormente, fue vendido en Nueva York a finales de los setenta a un coleccionista de Chicago y recomprado en 1980 a la Galería Malborough gracias a las gestiones del gobierno de Adolfo Suarez, volviendo nuevamente a España. Una vez aquí se destinó al Museo Español de Arte Contemporáneo pero más de una mano negra impidió que se colgase de sus paredes siendo escondido en los almacenes del museo hasta que sucesivas denuncias permitieron localizarlo y exponerlo.
Con motivo de la desaparición del Museo Español de Arte Contemporáneo en 1988 y la creación del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid el cuadro viajó a este último, quedando encarcelado en sus almacenes y siendo expuesto esporádicamente y muy de tarde en tarde, la última, al parecer, en 2001.
Algunos afortunados, entre los que me encuentro, tuvimos ocasión de contemplarlo en el 2009 en el Centre del Carme, Valencia, antes de viajar a Londres donde también se expuso ese año en una retrospectiva de la Malborough, galería con la que Genovés trabaja en exclusividad desde 1966.
Hace unas semanas, con motivo de la conmemoración del 35 aniversario de la matanza de los abogados de Atocha, "El abrazo" volvió a la mente de algunos y fruto de ello fue esa pregunta de la diputada de IU y que comentábamos al principio. El Director del Reina Sofía ha asegurado que estaba previsto que este cuadro se expusiese nuevamente en el Museo a partir de marzo pero que pensaba que no habría ningún inconveniente en que se autorizase el depósito del cuadro en la Cámara Baja.
Esperemos que se pongan de acuerdo las instituciones y que este icono de una parte de nuestra historia cuelgue a la vista de los que queramos o podamos verlo, mejor si es un museo y alejado de ese mundo de los políticos que tanto daño le hizo.
Pulsando aquí puedes ver un video sobre una exposición de parte de la obra más reciente de Genovés.