A principios de la década de 1850 se inició un movimiento migratorio provocado por la llamada "fiebre del oro" a raíz del descubrimiento y explotación de unas minas de oro en Australia y que atraería a este continente a un elevado número de inmigrantes procedentes de Gran Bretaña e Irlanda huyendo de la escasez y la falta de trabajo en sus paises. Entre ellos iban trabajadores manuales y agrícolas pero también artistas como fue el caso de Thomas Woolner, escultor inglés y uno de los fundadores en 1848 de la "Hermandad Prerrafaelita" el cual, había decidido emigrar a Australia atraído también por la prosperidad económica que nacía en ese continente, embarcándose hacia el mismo en 1852.
Se cuenta que el pintor Ford Madox Brown, (Calais 1821- Londres 1893), muy relacionado con la "Hermandad Prerrafaelita" aunque nunca llegase a pertenecer a ella, quedó impresionado con la marcha de su amigo Woolner pues, el propio Madox, llevaba algún tiempo dándole vueltas a la idea de emigrar a la India juntándose a esos miles de emigrantes ingleses que estaban abandonando Inglaterra en busca de nuevos paraisos. Ford Madox se imaginó a si mismo, embarcado, acompañado de su mujer y sus dos hijos y saliendo de su tierra natal como el último inglés que la abandonaba, el último de Inglaterra. De esa idea nació el cuadro que hoy visitamos "The last of England".
En este cuadro, Ford Madox se autorretratará a sí mismo acompañado de su mujer y modelo habitual en muchos de sus cuadros, Emma Hill, representando la escena en la que una pareja de emigrantes abandona las costas inglesas a bordo de un barco repleto de pasajeros, entre ellos sus hijos.
La escena, vista como si el espectador la observase con un catalejo, gira entre lo dramático y lo satírico o esperpéntico. El drama del viaje aparece reflejado en las caras de circunstancias de ambos sentados en la cubierta del barco, tal vez en la popa, mientras la fuerza del viento agita con fuerza el pañuelo o cinta rosa de Emma y levanta el ala del sombrero de Ford - amarrado este con una cuerdecita al boton del abrigo - encrespando amenazadoramente el verdoso mar. A su alrededor, cuelgan de las barandillas coles o lechugas -tal vez para mantenerlas más frescas durante el viaje - añadiendo la nota cómica o grotesca al cuadro, aunque, algunos, hayan querido ver una indicación del pintor de que el viaje será largo. También añaden una nota esperpéntica a la escena los dos individuos que se divisan al fondo, uno de ellos desdentado y con chistera, riendo y haciendo unos gestos tal vez de odio a la tierra que abandonan y que contrastan con la pose hierática y ceremoniosa de la pareja.
La niña rubia que come una manzana a la espalda de Ford es su hija Katty, fruto de su primer matrimonio con Isabel Bromley fallecida unos años antes con solo 27 años. La manita que aparece asomando por el chal o capa de Emma y que ella agarra con su mano corresponde a Oliver, el otro hijo de Madox y que solo tenía unos meses cuando este pintó el cuadro. Este detalle aporta una nota de ternura y nos indica la preocupación que en el fondo trasmite Madox en su cuadro a embarcar en ese viaje a toda su familia. Su hijo Oliver moriría muy joven, con solo diecinueve años, cuando ya empezaba a prometer como artista y poeta.
El cuadro es minucioso y resulta francamente entretenido revisarlo con calma y descubrir los acantilados blancos de Dover que aparecen al fondo y el vapor con su larga estela de humo y esa larga pipa de arcilla de alguien que está fumando y también, al individuo pelirrojo que coloca las verduras en ese bote salvavidas blanco en cuyo casco figura el irónico nombre del barco, "El Dorado".
Ford Madox contaba que pintó este cuadro casi totalmente al aire libre - anticipándose por tanto algo a los impresionistas - para intentar reflejar la sensación de frío en las manos y la cara así como la luz proyectada sobre el mar en los días lluviosos. Iniciado en 1852 lo terminó en 1855 cuando - ironías del destino - su amigo Thomas Woolner había regresado a Inglaterra una vez que el paraíso australiano comenzaba a desaparecer.
El director británico Derek Jarman le robaría a Madox en 1987 el título del cuadro para su poética película "The Last of England" (1987) basada en la pérdida de la tradicional cultura inglesa, indicando que unos de sus antepasados también habían realizado un viaje similar.
Este cuadro se conserva en el Museum and Art Gallery de Birmingham y una copia del mismo en el Fitzwilliam Museum de Cambridge. Una réplica en acuarela realizada en 1864 se conserva en la Tate Britain. Del 25 de febrero al 3 de junio de este año se puede visitar en el Museum of Fine Arts de Gante con motivo de la exposición: "Ford Madox Brown - Pionero de los Prerrafaelitas".
Pulsando aquí puedes ver un agradable video con una muestra de la obra de Ford Madox Brown.